ESPEJITO ESPEJITO
Esta noche no es fotocopia de
ayer, ni antes de ayer. Cerré los ojos y
el silencio encapsuló mi habitación. Aún sentía el sabor de la manzanilla en
los labios y el calor de la infusión me abrazó, por fin mis manos dejaron de
ser dos bloques de hielo.
Releí algunas frases escritas en un
viejo diario, conversé después de mucho tiempo con el espejo que todas las mañanas me miraba
mal humorado, como esperando que le preste atención. Esta noche tenía una cita
con él.
“¡Cuanto tiempo sin saber de ti!, me has abandonado por ¿el trabajo?, ¿los
estudios?, ¿los amigos?, esos serán los pretextos más próximos que saldrán de
tus labios”, fue lo primero que me dijo. Me conocía muy bien, por algo nos
contamos todo, es el único que me da las respuestas que no quiero escuchar,
pero que finalmente me susurra al oído.
Conoces los motivos y estaría de
más enumerarlos, pero sabes que en el fondo no me olvido de ti. Basta con
cerrar los ojos y bloquear esos pensamientos ásperos que rozan mi memoria para
desconectarme y dedicarme solo a ti.
A veces quisiera intercambiar de
lugar y ver desde aquella perspectiva, sabes que en muchas ocasiones no es
fácil, pero sigo tus consejos, esos que son top
secret, sonríes, y eso me gusta, recordaste algo, eso debe ser.
¡Te cuento, oh sorpresa!, relatos
ajenos llegaron a mi buzón por casualidad, tenía remitente pero no
destinatario, no importa, los leí hasta que el último trago de esa rica infusión
en mi taza rayada me enfrío el cuerpo.
Las manecillas del reloj no
martillan mi cabeza de noche, solo lo hacen a la luz del día, cuando todos
corren, hablan rápido como si fueran robots programados por un mismo sistema. Me han instalado la
versión de prueba, pero mi sistema no es compatible, ¿o será el virus de la
libertad? ¿Tú que dices? Te noto cansado espejito, espejito, yo también lo
estoy.
Hoy nuestro nuevo amigo, el
remitente inesperado nos acompañó en nuestra conversación, sus relatos acariciaron
las cuerdas del arpa de la inspiración que temporalmente quedó guardada en ese
viejo baúl que no me gusta.
Fue una noche interesante, diferente,
relajante, me gustó conversar contigo. No me ausentaré, pero tampoco lo
prometo.
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