HOT AND COLD: JACOB VS. EDWARD

¿Quién no ha visto Crepúsculo, la película basada en el best seller “Twilight” de Stephenie Meyer?... Pocos, regular, muchos… según las encuestas no sólo ha cautivado a jóvenes sino también a personas adultas… el primer estreno fue todo un boom. He leído los cuatro libros, me gustaron muchísimo, me enganché a la saga desde que me enteré que Edward era un vampiro y me gustó el personaje, o mejor dicho… ¡me encantó!... pero luego llegó “New Moon” (luna nueva) y Edward no tuvo mucha participación, solo al inicio y el final de la novela, sin embargo Jacob, el mejor amigo de Bella en los momentos en los que se sentía morir apareció como un ángel para rescatarla de la depresión y hacer hasta lo imposible para que se enamore de él, pero no es el típico meloso o chicle, no para nada… él es el “pata” super alegre, recontra “pilas”, extrovertido con quien conoces nuevas cosas, le pone esa salsa picante a la amistad que había entre ellos, es algo como en “Candy”… Anthony y Terry… más o menos al calibre de esa comparación.
Edward el chico romántico, atento, dulce, tierno… ¿Cautivador cierto?... pero Jacob tiene su estilo, tiene su marca personal, se preocupa por Bella, le salva la vida cuando ella intenta suicidarse, no se muestra como el acaparador, sino como el protector pero deja que ella experimente por sí sola, así como aprender a manejar una moto, cosa que Edward no dejaría por miedo a que le pase algo.
¿Quién te gusta más Edward o Jacob? Lo pensé… era algo difícil de responder, ¿el vampiro o el licántropo?... Dos alternativas… una respuesta… Pero creo que luego de leer los cuatro libros, a mi parecer el que gustó más es Jacob, como dice el libro Edward era “guapísimo” pero la manera de ser de Jacob me llamó muchísimo más la atención, él sacrificó cosas por Bella, rompió las reglas establecidas en su manada de lobos, sin embargo, Edward huyó, escapó a lo que significaba la responsabilidad de estar enamorado de una mortal, encontró la salida más fácil, sin embargo Jacob estuvo hasta el final con ella, y eso ¡no lo hace cualquiera!

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