DECISIONES

¿Tomar el camino más fácil, en el que no tendremos problemas, sin embargo al llegar a nuestra meta no estaremos satisfechos, ni siquiera sabremos que hacemos ahí, o escoger el más difícil sabiendo que tendremos muchas piedras en frente pero al llegar a nuestro destino será un momento gratificante?.

Interrogante algo compleja pero que debemos responder antes de tomar una decisión que cambiaría completamente el rumbo de nuestro futuro, a veces la primera opción resulta tentativa, sin embargo conforme avanzamos en el camino no cumple nuestras expectativas, no nos llena, ya que no es un desafío, es tan fácil que no sentimos emoción alguna. Nuestros pasos no dejan huella, porque caminamos en la arena, pero si escogemos la otra opción, caminar sobre cemento, cada vez se hará más difícil avanzar porque mientras más demoremos en alcanzar nuestra visión caemos en la posibilidad de estancarnos y quedarnos ahí, podremos caer porque el camino no es firme, sin embargo quedaran marcadas nuestras huellas luego de recorrer ese camino. ¿Quieres caminar sobre arena que luego el mar borrará tus huellas, o sobre cemento que las dejará impresas eternamente?

Tomar decisiones no es un tarea fácil, es menos complejo escoger entre helado de fresa y torta de chocolate, o sino entre una casaca de cuero y una chompa de alpaca porque puedo incluso comprar uno hoy y días o semanas más tarde el otro, pero ¿qué sucede cuando son decisiones que encaminarán el rumbo de nuestra vida y qué de ellas dependen sacrificios?.
El corazón y el hígado son los peores consejeros, son emotivos, son pasajeros, son fugaces, tomar una decisión cuando influyen los sentimientos de amor o de odio, de ilusión o rencor, inclinan la balanza hacia lo que en el momento nos produzca satisfacción, sin embargo ¿qué sucede después?... El mejor consejero es la razón, pensemos y evaluemos las ventajas y desventajas que traería consigo cada decisión que tomemos para nuestra vida, no se trata de un juego de niños, sino de una experiencia de vida, que buena o mala nos enseñará algo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Monotonía

¿Destino o casualidad?

Todos los caminos te llevan a Roma: parte II