BAJO LA LLAVE DEL SILENCIO

Todos tenemos algo que ocultar, un secreto que llevaremos a la tumba, somos nuestro propio confidente de aquello que guardamos bajo la llave del silencio. Sin embargo muchas veces este secreto se convierte en un juez que nos condena a vivir bajo algo que no queremos; es ahí cuando aparentamos como los payasos una alegría efímera y usamos la máscara de la felicidad para evitar contestar preguntas a las que ni para nosotros mismos tenemos respuestas.
Nuestra boca es un cementerio de palabras para un secreto que mantiene vivo su espíritu y deambula como un fantasma en las noches de remordimiento. Pesadillas que nos despiertan cada noche, recordándonos que la verdad quiere salir a la superficie de una piscina que rebalsa.
Observamos la luna que brilla con tal intensidad que consigue iluminar cada rincón de nuestros recuerdos donde se encuentra algún secreto cautivo en la cárcel de las mentiras. Despiertan sentimientos y emociones que tratamos de opacar con quimeras disfrazadas de verdad. Un suspiro es el analgésico para un secreto que debe dormir, pero sigue ahí y hasta que no vea la luz del sol, será el metal que nos acompañará en nuestro camino.

Comentarios

Agustín Pinillos ha dicho que…
Un secreto siempre será la daga que amenaza con clavarse en nuestras yugulares...

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