AMOR VERDADERO

Caminó hasta su cuarto, él yacía profundamente
dormido, lo arropó y le dio un beso. El niño abrió y los ojos y exclamó ¡mamá,
llegaste, vamos a soplar la velita!, ella sonrió y lo cargó, caminó hasta la
cocina y su hermana la acompañó. Sacó el pastel y colocó las cinco velitas, el
pequeño estaba emocionado, sabía que su mami trabajaba hasta muy tarde y que
debía quedarse con su tía, por eso trataba de quedarse despierto en la sala
hasta que el sueño lo vencía.
Cantaron el típico cumpleaños feliz
y Fabián aplaudió luego de pedir su deseo en voz alta: mamá quiero que estemos
siempre juntos, lo abrazó y lo llenó de besos. Se puso en cuclillas y le
entregó un obsequio. El niño rompió el papel de regalo y corrió feliz hasta el
mueble para jugar con su nuevo carrito.
Mientras él y su tía jugaban sobre
la alfombra, ella miraba la botella de vino que estaba sobre la mesa, se sintió
tentada probar tan solo un sorbo, pero en tan solo unos segundos recordó el
infierno que vivió por culpa del alcohol. Su hermana se disculpó por dejar la
bebida abierta, había tenido visita y olvidó guardarla bajo llave. Sonrió y
acudió al llamado de si hijo, él era su motivo, la fuerza que la impulsaba día
a día para seguir adelante.
Comentarios