APARENTEMENTE DISTINTOS

Para los hombres,
PaolaRivasplata era una chica atractiva, de una figura de impacto, una piel de
seda, ojos color esmeralda adornados de pestañas naturalmente rizadas y cabello
rojizo ondulado, musa para muchos de ellos, por otro lado, era la envidia de
las mujeres. Trabajaba como anfitriona y modelo, pero su último trabajo era
distinto,sin embargo no se alejaba de las cámaras, actriz de una serie
televisiva con alto rating. Con solo diecinueve años de edad las propuestas en
el ámbito artístico estaban a la orden del día y mantenían su agenda saturada,
pero eso no impedía que disfrutara de su juventud divirtiéndose en las fiestas
y paseando por muchas ciudades. Todos sus viajes terminaban en la mejor
discoteca con tragos de más y muchas veces una que otra “pastillita inofensiva”
para “entonarse” como lo llamaban. Al día siguiente la juerga cobraba factura
que ella estaba acostumbrada a pagar; pero lo que no sabía era que aquel viaje
cambiaría su vida.
La música era muy
buena y la gente bailaba eufóricamente, Paola y dos amigas tomaban unos tragos
en una mesa cerca de la barra, al notar la ausencia del mesero, Paola se
dirigió a la barra para pedir la carta al barman, su incomodidad fue muy
notoria, por lo que el chico se tuvo que disculpar. Mientras revisaba algún
trago distinto de los que había ingerido escuchó la voz de un chico que le pidió
de favor le alcanzará las servilletas que se encontraban a su izquierda, volteó
a mirarlo con una sonrisa burlesca y le dijo que seguramente quería un
autógrafo, sin embargo la respuesta del muchacho la desconcertó porque le dijo
que sólo le pedía un favor, ella se negó rotundamente, así que el muchacho tomó
las servilletas, sonrió, dio las gracias y se retiró dejando boquiabierta a
Paola, quien no pudo articular palabra alguna ya que ningún hombre le había
dado esa respuesta, siempre era elogios, propuestas, invitaciones pero nadie le
había hecho ese desplante.
Hizo su pedido al
barman y se dirigió a su mesa para contar lo sucedido a sus amigas, quienes
redujeron con sus comentarios al joven que se atrevió a ignorar la belleza de
su amiga, más aún las características físicas: no muy alto, no era guapo sin
contextura atlética, esto lo minimizaba aún más para las amigas de Paola,
quienes lo catalogaban de típico ratón de biblioteca, jamás estaría a la
altura, así que cualquier comentario que viniera de él debería ser ignorado,
sin embargo Paola se había sentido ofendida.
Parte del elenco de
la serie viajaron a Chiclayo porque
participarían en la gran Teletón en beneficio de los niños y ancianos que una
ONG apoyaba, pero aún faltaba una semana y la producción del programa creyó que
una manera para sensibilizar a su público y que este admirara más a sus
personajes favoritos, sería realizar un pequeño reportaje del trabajo que los
actores realizaban fuera de cámaras como era el de ayudar a las personas que lo
necesitaban.
Domingo por la mañana
toda la producción y actores se dirigieron a San Martín, una zona muy peligrosa
de la ciudad, sin embargo las personas necesitaban mucha ayuda. Paola quedó
estupefacta al ver la realidad, no quiso bajar del carro, con sus lentes negros
para ocultar la resaca observaba a los niños despeinados, perros desnutridos,
mujeres embarazadas, hombres con cortes en los brazos y cara. Luego de observar
por algunos minutos a toda la gente del lugar, llegó otro carro donde se
encontraban los voluntarios de la ONG, grande fue su sorpresa cuando vio bajar
al muchacho de la discoteca, en su interior dijo: “Oh mygod”, no asimilaba que
estaba frente a frente con ese individuo. El chico se presentó como Gabriel,
quien estaba a cargo de los voluntarios y de todas las visitas que la ONG
organizaba. Llegó el turno de presentarse con Paola, a quien agradeció su
asistencia y su participación, así como también esperaba que se sintiera cómoda
durante su estadía, ella sólo asintió con la cabeza, luego de su breve
presentación saludó a algunos amigos de la producción. Las amigas de Paola se acercaron
y comentaron sobre lo triste que era el lugar, sin embargo ella se mantenía
callada, una de las chicas le preguntó qué sucedía y Paola comentó que él era
el chico del incidente en la discoteca y tendría que verlo el tiempo que dure e
reportaje y la teletón, suspiró, se puso un gorro para evitar que el sol dañe
su cabello.
Voluntarios y actores
estaban reunidos en la escuela de la zona, ellos tenían que ser profesores por
ese día y enseñarles a los niños la materia que tocaba, sin embargo Paola no
cambiaba su expresión en el rostro que en parte podía ocultar por los grandes
lentes negros, se preguntaba a qué hora terminaría toda esa farsa ya que solo
quería tomar un baño y dormir porque el dolor de cabeza la estaba
matando.Mientras pensaba en lo que haría después del “paseo”, escuchó una voz
conocida que le decía que quitara la cara de asco e hiciera lo que el resto de
sus amigos hacía, a lo que ella contestó que no era nadie para darle órdenes,
se sacó los lentes y lo fulminó con la mirada, Gabriel contestó con una
sonrisa, la misma de la discoteca, lo que enfureció aún más a Paola. El
ambiente estaba tenso y el productor se percató de su molestia y conversó con
ella para tranquilizarla y convencerla de participar al igual que sus amigos en
el reportaje, como buena actriz fingió todo el tiempo su alegría al ayudar a
aquellos niños.
Al finalizar la
grabación, mientras los chicos de producción guardaban los equipos, Paola
sentada en el asiento del carro con la puerta abierta tuvo una visita inesperada,
era una niña que la saludó, a lo que ella contestó con un frío hola, la niña
sonrió inocentemente sin percatarse del fastidio de Paola y le dijo que era muy
bonita y cuando sea grande quería ser como ella, Paola simplemente sonrió
fingidamente. La madre de la niña vio la escena y se acercó al carro y le dijo:“por trabajar en televisión se cree más que
nosotros, nos mira con desprecio y ni siquiera la sonrisa y las palabras de una
niña que la admira cambian su semblante, es tan distinta a su madre”. La
señora tomó a la niña de la mano y se retiró. Gabriel vio lo sucedido y se
acercó a Paola.
-
Dijo asombrado - ¿Qué sucedió?, alguien ha
herido tu orgullo o te ha dicho alguna verdad y por eso estás así.
-
Paola
prendió su MP3 y se colocó los audífonos- miró a Gabriel - y tú eres una piedra
en el zapato.
-
Riéndose frente a la respuesta de Paola -
¿Por qué me odias tanto? Espero que no sea porque no te dije que eras la mujer
más bella cuando te vi en la discoteca o porque no inventé frases que subieran el
ego. Paola no mires la realidad desde un solo enfoque, intenta verla desde otra
perspectiva.
-
Retirándose los audífonos – Ya entendí… eres
gay… ahora todo tiene explicación. Por ese motivo llamé tu atención aquella
noche y fuiste indiferente conmigo
-
Sonrió – Esperas que todo el mundo gire en
torno a ti como si fueras el centro del universo cuando no es así. Por fuera
eres preciosa como muchas otras chicas, pero lo que hace diferente a las
personas no es su belleza física sino su belleza interior y deberías trabajar
en esta belleza más que la otra – se retiró del carro –
Paola nuevamente
quedó sin habla, Gabriel la había dejado muda sin poder defenderse, se
preguntaba por qué era así, era insoportable, cada palabra resonaba como un eco
en su cabeza y la incomodaban, sin embargo intentaría mantener la fiesta en paz
porque todo era marketing, promoción y tenía una imagen que mostrar, así que un
suceso como ese no iba a interferir en sus planes que esperaba se concreten.
El lunes por la tarde
tendría una entrevista en un programa de televisión y debía mostrar su mejor
cara y sonreír frente a las cámaras, ser la joven feliz y exitosa que amaba su
carrera. Luego de terminada la entrevista salió al estacionamiento, encendió el
auto, que no era suyo sino del hijo de su tía, quien temporalmente se
encontraba en el extranjero.
Por el momento
permanecería en casa de su tía, hermana de su padre, una señora de unos cincuenta
años. Llegó a su casa, prendió el televisor y comenzó a hacer zapping, canal
tras canal, sin encontrar algo interesante, hasta que finalmente se durmió. Al
despertar todo estaba oscuro, solo el televisor prendido, su tía aún no llegaba
y la empleada ya se había ido. Se preguntó que podría hacer un lunes por la
noche, sus amigos estaban en casa de la enamorada de uno de ellos pero su
estómago no soportaría más alcohol. Prendió la radio y buscó alguna emisora con
buena música pero todo era común; así que se bañó, se cambió y salió en el
carro sin rumbo, dio algunas vueltas por la zona y finalmente terminó en el
centro comercial. Eran las diez de la noche y recibió la llamada de una de sus
amigas quien le insistió para que vaya a la reunión.
-
Dijo eufórica – oye te estamos esperando, ¿a
qué hora piensas venir?
-
Dijo bostezando - no pasa nada Carola, vine a
comprar unas pastillas, la cabeza me revienta, tomé demasiado, casi he tirado
mi hígado en la mañana. Anoche estuve malaza, no me acuerdo de nada, todo se
nubló y escuchar el sermón del productor fue como escuchar la misa.
-
Querida, si te animas ya sabes dónde estamos.
Compró algunas cosas
y regresó a su casa, su tía la esperaba con una riquísima cena, pero aún Paola
no tenía estómago para comer y solo se limitó a acompañarla, conversar de lo
bien que le iba en su trabajo y las propuestas que se le habían presentado.
Luego de la cena Paola se despidió y se fue al cuarto, miró la gran ventana,
cerró los ojos y quedó en un profundo sueño.
Al día siguiente la luz
que entraba por el gran ventanal la despertó, miró el reloj eran las diez de la
mañana, había olvidado por completo que tenía que estar en una sesión de fotos
con todos los miembros del elenco, vio su celular y encontró llamadas perdidas
de todos sus amigos, pero aún estaba a tiempo, tenía media hora para llegar, se
lavó la cara, agarró su bolso y salió lo más rápido que pudo, al llegar todos
sus amigos estaban conversando y ni luces del fotógrafo. Carola se acercó y le
dijo que la estaban llamando para que se fuera de frente a la playa porque el
fotógrafo estaba enfermo. Esa misma noche se inauguraría una discoteca, lo cual
animó a los chicos. Paola y sus amigos se encontraban en una mesa, el lugar era
amplio, la música muy buena y los chicos diez puntos. Como siempre los tragos
iban y venían, Paola no se medía, se fue en zigzag al baño, y al salir se
encontró con un chico muy atractivo quien le propuso ir a otro lugar, pero ella
en su poca lucidez se negó y el joven trató de propasarse con ella, Paola
estaba muy mareada como para defenderse, en su borrachera escuchó la voz que
detestaba, Gabriel le pidió al chico que se fuera, porque él la llevaría a su
casa, al parecer la idea no le gustó mucho y trató de golpear a Gabriel, pero
su amigo le dijo que era mejor irse, no valía la pena armar un espectáculo. Paola reconoció a Gabriel y lo saludó
sarcásticamente.
-
Gracias guardaespaldas, ¿cuánto te debo por
tu ayuda?
-
Gabriel buscaba las llaves del carro de Paola
– No me debes nada – risas – sube mejor al carro.
-
¿No quieres dinero? – riéndose
escandalosamente - ¿entonces me quieres a mí?
-
Encendió el carro – Te llevaré a tu casa,
necesitas descansar, duerme mientras tanto.
-
Gritó – no, no, no me vas a escuchar ahora.
Tú estás obsesionado conmigo y por eso me sigues a todas partes, ¿por qué no
admites que estoy en tus fantasías?
-
Se detuvo porque el semáforo estaba en rojo y
sacó una botella con agua y le echó un poco de agua en la cara– Creo que
necesitas un poco de agua para que se te quite la borrachera.
-
¡Eres un imbécil! Ahora me muero de frío por
tu culpa. No sabes lo que es respetar a una chica.
-
Se rió – y el tipo de la discoteca ¿sabía lo
que era respetar a una chica? – se quitó la casaca – ponte mi casaca para que
no tengas frio y cierra la ventana.
-
Cruzó los brazos - ¿Desde cuándo me das
órdenes?
-
Era una sugerencia, si quieres enfermarte,
problema tuyo
Paola se colocó la
casaca y cerró la ventana, no dijo nada más durante el viaje de regreso a casa,
solo miró las luces de las calles hasta dormirse. Llegaron a su casa, pero
Gabriel no despertaría a la señora, por
lo que decidió buscar las llaves de la casa y llevarla a su habitación, le
quitó los zapatos y la cubrió con una manta, en ese momento Paola abrió los
ojos y le pidió que se quedara.
-
¿Quién eres? ¿por qué estás aquí con alguien
como yo? He sido una arrogante, desde aquella noche en la disco hasta ahora, me
cuesta decirlo pero hace tiempo no pronuncio dos palabras… gracias y disculpa…
-
Risas – Esas preguntas se responderán con el
paso de estos días, sé que hace tiempo no dices esas palabras pero siempre es
bueno recordar que aunque sean palabras tan cortas significan mucho para quien
las dice y quien las escucha. Verás que mañana estarás mejor y lo más probable
es que olvides esta conversación, pero no importa, sé que esta noche has
progresado.
-
Se sentó en la cama - ¿qué piensas de mí? No
digas que soy una chica linda y encantadora porque estoy cansada de escuchar
eso
-
Lo importante es: ¿qué piensas de ti?
-
Por favor… es algo que también había olvidado
decir…
-
Eres una chica que oculta su verdadero yo, sé
tú misma, sé auténtica, no dejes que el pasado cambie el maravilloso ser que
eres. Tienes una gran fortaleza que te ayudará mucho a encontrarte nuevamente.
-
No sería difícil enamorarse de ti, pero no
eres mi tipo – risas - pero gracias por
tus palabras.
-
Sonrió – No te vayas a enamorar de mí porque
no estoy disponible – Y no estás sola, tienes a tu familia y amigos, no dejes
pasar el tiempo porque cuando menos lo esperes sí estarás sola y no podrás
retroceder los años.
Gabriel cerró la
puerta del cuarto de Paola y ella se quedó pensando algunos minutos sobre lo
sucedido, sintió que el bloque de hielo de su corazón había comenzado a
derretirse. Abrió el cajón de su velador y vio una foto que en la parte
posterior decía: Para mi princesa con amor. Sonrió y a la vez sus lágrimas
mojaron la almohada, sólo dijo: si estuvieras aquí todo sería diferente, y
cerró los ojos.
El miércoles el
elenco visitó un albergue que era atendido por monjas y un sacerdote, todos se
encontraban en la capilla porque dentro de poco comenzaría la misa. Paola no
pensaba asistir, sin embargo Gabriel la convenció ya que hace un año ella no
pisaba una iglesia, su argumento fue que no sería de buena educación quedarse
fuera cuando todos participaban de la homilía. El sacerdote saludó a los
feligreses, pero antes de comenzar dijo unas palabras que la dejaron en shock.
-
Queridos hijos, hace un año lamentablemente perdimos
a una extraordinaria mujer que llenó de alegría el albergue con su carisma, su
arte, su corazón se llenaba de júbilo cuando conseguíaque los niños y ancianos
sonrían, no se sentían solos, ella era parte de nuestras vidas, pero ahora se
encuentra con Nuestro Señor Jesucristo. Quienes tienen más tiempo en el
albergue recordarán a MarielaSoler de Rivasplata.
Todos los amigos de
Paola voltearon a mirarla, mientras ella se arrodilló en la tabla del largo
asiento, sus manos taparon sus ojos, lágrimas caían sin detenerse, sintió una
fuerte presión en el pecho y un nudo en la garganta le impedía articular
palabra alguna, el recuerdo del accidente de su madre donde perdió la vida
estaba nítido, el reloj giró en sentido anti horario y el tiempo congelado para
ella se derritió, el dolor la envolvió. Carola intentó acercarse al sitio de
Paola, pero Gabriel movió la cabeza en señal de negación. Las palabras del
doctor cuando dijo que habían hecho todo lo posible por salvarla, apuñalaban
incontablemente su corazón, sangraba nuevamente la herida por la pérdida. Estaba
vacía, impotente al no poder controlar lo que sentía. Una voz interna la
juzgaba porque todo pudo haber sido distinto. Al finalizar la misa, Gabriel se
acercó al asiento de Paola y la ayudó a levantarse y sentarse, vio en su mirada
un gran dolor, las lágrimas continuaban cayendo pero Paola no decía nada,
parecía perdida en el tiempo. Gritó ¿por qué? Y el eco le devolvió la pregunta,
miró a Gabriel, quien estaba sentado a su lado y lo abrazó, él correspondió el
abrazo. Por algunos minutos ambos estuvieron abrazados, luego ella puso su
cabeza en el hombro de él.
-
La extraño y no imaginas cuanto… se fue y me
quedé sola. Fue mi culpa, ella estaba lejos de la ciudad y le insistí que fuera
a mi premiación en segundo año de estudios de medicina, pero en el camino tuvo
ese accidente. ¡Mientras me premiaban por obtener las mejores calificaciones mi
madre se debatía entre la vida y la muerte!. Recibía felicitaciones de mis
amigos, de pronto la expresión de felicidad en el rostro de mi padre era una
mezcla de preocupación y tristeza, me abrazó y me dijo que teníamos que ir al
hospital. ¡Gabriel!... toda mi felicidad se derrumbó, mi mundo perfecto se
destruyó, mi mamá estaba en el hospital porque le pedí que fuera, era un
momento importante y ella no quería decepcionar a su princesa.
-
La miró y le tomó las manos –¡No fue culpa
tuya, deja de mortificarte!, tu madre siempre ha querido verte feliz, no seas
tu propia juez… Mariela se preocupa y quiere lo mejor para ti. No está presente
en cuerpo pero su corazón siempre estará contigo. Sé que esto va a sonar duro
pero debes pensar en las consecuencias que traerá consigo si sigues viviendo
una vida tan agitada y no lo digo por tu trabajo sino por las fiestas
desenfrenadas, ¿cómo crees que se siente tu madre?, tú la amas, la extrañas, y
lo mejor que puedes hacer es demostrarle que puedes ser tu misma y no esa chica
que has creado.
-
Se levantó del asiento y suspiró–No entiendes
nada, no me conoces y no sabes lo que se siente perder a una madre y lo que
haga no es de tu incumbencia.
-
Alzó la voz – recuerda lo que te dijo por
teléfono antes del accidente – se levantó de la banca y se fue
Princesa sabes que
siempre estaré contigo, quiero tu felicidad, sé que cumplirás todo lo que te
propongas, triunfaras mi niña, fueron las últimas palabras de su madre. Se
preguntó a sí misma: ¿qué demonios estoy haciendo?. Como quisiera que
estuvieras a mi lado y me dijeras qué debo hacer porque me siento perdida en el
laberinto de mi vida. Cerró los ojos.
Regresó a casa de su
tía, cenó y se fue a su cuarto, cogió su celular y comenzó a mirar todos los
contactos que tenía, pero se detuvo en uno, Katy, su mejor amiga, hace
aproximadamente un año no mantenía comunicación con ella, y algo en su interior
le dijo que la llame.
-
El celular timbró – Aló… ¿quién habla?
-
En silencio por algunos segundos – Hola… soy
Paola… del cole… ¿te acuerdas de mí? – pasó saliva –
-
¡Paola Rivasplata! ¡qué milagro! Hace mucho
tiempo no sé de ti, pero sé que eres una chica exitosa y me alegra por eso.
-
Sonrió –Digamos que me va bien… y ¿cómo has
estado? ¿qué has hecho todo este tiempo?
-
La chamba, sabes que siempre me gustó el
diseño de modas y mañana tendré un desfile en pasarella – su voz se apagó –
espero todo salga bien
-
No te noto muy animada a pesar que es una
gran oportunidad para que tus diseños se hagan conocidos.
-
Necesito más publicidad, pero las modelos que
desfilarán no son conocidas y solo tendré auspicios si tengo algunas modelos de
peso, por decirlo así.
-
Preguntó tímidamente - ¿crees que Carola,
Alejandra y yo podemos participar?
-
Suspiró - no tengo presupuesto para pagarte a
ti y a tus amigas, gracias de todas maneras
-
Por eso no te preocupes, tú solo dile a los
auspiciadores que iremos, dime la hora y el lugar exacto. Hemos sido mejores
amigas, solo que por motivos que preferiría no mencionar ahora me alejé, sin
embargo las verdaderas amigas están en las buenas y las malas, para ayudarse.
Katy le agradeció su
participación en el evento. Luego de colgar, Paola se preguntaba ¿qué le estaba
pasando? Sus amigas pondrían el grito en el cielo y el productor también, pero
a estas alturas poco le importaba. Llamó a sus amigas y les pidió que fueran a
su casa, pero solo Carola fue, le comentó sobre el evento a lo que al inicio no
dio una respuesta muy alentadora.
-
Paola dijo sonriendo - tenemos un desfile de
modas
-
Carola emocionada preguntó - ¿dónde? No me ha
llegado la invitación, ni tampoco he recibido llamada alguna. Explícame
-
Moviendo los ojos de izquierda a derecha – es
el evento de una amiga y le dije que podríamos desfilar – fue interrumpida por
Carola –
-
Exclamó - ¡Qué! Voy a desfilar y no me van a
pagar ni el taxi, no cuentes conmigo, además no tenías por qué tomar decisiones
por nosotras. Debe ser un desfile de mala muerte, cualquier cosa, maquillaje de
mercado, y tela de a docena. ¿Qué te sucede Paola? Serías la primera en
negarte, realmente no te entiendo. Amistad es una cosa, negocios otra y no los
mezclo, disculpa pero no cuentes conmigo, le comentaré a Alejandra si se anima
– sonó su celular – Tony… me tengo que ir me está timbrando.
-
Oye no he terminado de hablar, los modelos
son exclusivos y si quieres te apuntas, irán todos los medios y sí nos van a
pagar, ¿crees que desfilaría ad honorem?
-
Con expresión de seriedad en el rostro -
¿cuánto van a pagar? Mencionas medios y modelos exclusivos… no es cualquier
cosa.
-
Katy es una chica muy ocupada y hablamos
rápidamente por teléfono, se disculpó por no llamarme antes y enviarme las
invitaciones ya que recién llegaba al Perú y se enteró de nuestra estadía aquí.
-
No sé Paola, te llamo mañana, veré a Tony, se
reunirán en casa de una amiga de Alejandra, nos vemos.
Era difícil
convencerlas, pero seguiría intentando, nada perdía; al fin y al cabo si ellas
no iban, podía desfilar sola. Después de un par de horas su tía le dijo que la
buscaban y grande fue su sorpresa al verlo en la sala.
-
¡Tú en mi casa! No me lo esperaba, ¿a qué se
debe tu visita?, presumo que quieres ultimar detalles para lo del viernes, pero
ahora tengo un asunto en mente que debo solucionar y no tengo cabeza para otra
cosa… discúlpame.
-
¿Te puedo ayudar en algo? Supongo debe ser
algo importante porque se te nota preocupada.
-
Se trata de una vieja amiga que tiene un
evento de desfile de modas y le prometí que iría con las chicas, pero si no hay
dinero ellas no asistirán y quiero apoyarla. Katy y yo fuimos muy buenas amigas
pero luego de la muerte de mi mamá me
aislé de todos mis amigos, pero hoy algo me dijo que la llame y lo hice,
conversamos por algunos minutos y me comentó sobre el desfile. Hablé con Carola
pero con su actitud me lo dijo todo, claro que le inventé que era el gran
evento y todos los medios estarían ahí. ¡No debícomprometerme por ellas!, esas tipas
no desfilarán, no sé porque las incluí, y lo peor es que le dije que invite a
la prensaporque nosotras tres iríamos, si ella les falla quedará muy mal y no
confiarán jamás en Katy para otro evento. ¡Me jode que solo piensen en sí
mismas!
-
Todo saldrá bien, de eso debes estar segura.
Más bien te iba a comentar que no vine a conversar sobre lo del viernes, sino
que te vine a buscar para salir, llevarte a un lugar que te va a gustar.
-
¡Qué misterioso! Pero me gusta la idea,
traeré mi cartera y nos vamos.
Pasaron más de
cuarenta minutos pero no llegaban al destino, sin embargo estaban muy lejos de
la ciudad, era tarde y nadie sabía que ella había salido con Gabriel, Paola se
asustó y pensó había sido secuestrada, su corazón comenzó a latir muy deprisa y
sus manos se pusieron heladas, no pronunció palabra alguna, sólo se dedicó a
pensar en cómo huir ya que lo único que tenía era un lápiz labial, peine, las
llaves de su casa y su celular sin línea. Por última vez Paola preguntó dónde
se dirigían, Gabriel solo sonrió y le dijo que no se preocupe, estas palabras
desataron el pánico en ella, ahora todo encajaba, porque siempre él estaba en
los lugares que frecuentaba, se había ganado su confianza, ayudaba en labores
sociales, y por ende la policía jamás sospecharía de él como presunto asesino.
-
Paola gritó – ¡Detén el auto! Me has traído
con otras intenciones, ahora todo encaja perfectamente, eres un asesino – lo
golpeó con su cartera – ¡para!
-
Riéndose - ¡Cálmate Paola! Tienes una
imaginación increíble
-
Llorando desesperadamente intentó abrir la
puerta sin obtener éxito – ¡No quiero morir!
-
Llegamos, ahora si baja del auto.
-
Retrocedió unos pasos - ¿Qué hacemos aquí?
-
Es el mirador, desde arriba puedes ver toda
la ciudad, se puede alcanzar la luna y las estrellas, es realmente increíble;
pero por lo visto no me crees.
-
No subiré contigo, tienes planeado algo
-
Rió – Te asesinaré, quemaré tus restos y
borraré todo rastro de evidencia. Creo que mis comentarios no ayudan mucho.
Sólo te diré algo… nunca te haría daño, es algo que no podría hacer, me
preocupo por ti y haría lo que esté dentro de mis posibilidades para que seas
feliz… créeme Paola… ¡vamos! Sube conmigo – estiró su mano -.
Había algo en Gabriel
que le decía que era de confianza, no sabía por qué estaba con él esa noche, en
un lugar tan alejado de la ciudad. De repente su corazón se tranquilizó y sus
manos regresaron a la temperatura normal, la mirada de Gabriel le daba paz. No
lo pensó más y subió con él. Durante el camino Paola habló sobre su infancia,
los momentos increíbles que pasó con sus padres, siempre evitando mencionar el
accidente y los cambios que tuvo en su vida luego del terrible incidente; sin
embargo Gabriel sabía cómo llegar a Paola y conseguía que ella sea sincera con
él y le diga cómo se sentía.
-
Se sentó - ¿por qué no hablas con tu padre?
Desde la muerte de Mariela la relación entre ustedes se deterioró.
-
Lo miró asombrada - ¿Perdón? Eso no es de tu
incumbencia ¿quién te lo dijo?
-
No es importante, sin embargo – miró el cielo
y luego fijamente a Paola - ¿no crees qué es momento de mostrar tus verdaderos
sentimientos?, él te ama, te extraña y te necesita; el sentimiento es mutuo
pero te niegas a aceptarlo.
-
Frunció el ceño - ¿qué te hace pensar eso?
Eres un extraño, nunca estuviste en mi casa y jamás viste como se desmoronó
todo – suspiró – no intentes ser un mediador que nadie pidió, ¿o mi padre te
contrató para que hables conmigo? Mira Gabriel… tengo mis propios problemas,
limítate a solucionar los tuyos.
-
No esperes que sea demasiado tarde… la
mayoría de las personas se arrepienten de sus acciones cuando la otra persona
no puede escucharla… piénsalo Paola porque nadie tiene comprada la vida, solo
estamos de paso por aquí. Recuerda que Dios nos da oportunidades que dejamos
pasar y lastimosamente no podemos retroceder el tiempo para aprovecharlas,
simplemente debes escuchar a tu corazón, la vida es bella si tú quieres verla así.
-
Le dio la espalda a Gabriel –Luego que mamá
murió no continué la carrera porque me sentía culpable, si jamás hubiera
obtenido el primer lugar ella estaría ahora conmigo y por eso tiré todo a la
borda… el amor por mi madre era más fuerte que el amor por mi carrera – hubo
una pausa –se suponía que salvaría vidas y no pude salvar la de mi madre – pasó
saliva – mi papá no estuvo de acuerdo porque él sabía que era muy buena
estudiante y medicina era mi pasión pero en ese momento se nubló todo para mí,
quería pensar que todo era una pesadilla y que al despertar mi mamá estaría
tomando un café en la mañana, pero su asiento estaba vacío, su tasa preferida
de porcelana guardada – bajó la mirada – la luz se había apagado en mi vida. –
Miró la luna – intenté olvidar el accidente saliendo a fiestas, tomando hasta
borrar temporalmente ese recuerdo, pero tarde o temprano volvía a la realidad –
miró a Gabriel – mi papá estaba muy preocupado porque habían noches que no
regresaba a mi casa y me dio un ultimátum, me dijo que tenía que hacer algo
productivo con mi vida, no podía abandonarme sin importarme nada, al inicio no
le hice caso pero luego una amiga me comentó sobre el casting para la serie y
eso me permitió incursionar en el modelaje también, sin embargo fue temporal el
distraer a mi mente porque todas las noches el recuerdo seguía vívido. Conocí a
otro tipo de gente y me aparté de mis amigos ya que mi objetivo en ese entonces
era alejarme de todo lo que pudiera recordarme a mi mamá, trataba de mantenerme
la mayor parte del tiempo fuera de casa. Así pasó un año, mi papá se dedicó cien por ciento a su trabajo, sólo
la empleada se dedicaba a la limpieza y lavado de ropa porque nadie comía en
casa.
-
Tú papá siempre ha querido lo mejor para ti
¿Por qué te apartaste tanto de él? ¿sólo por qué intento corregir tu estilo de
vida?
-
¡No! Después de seis meses del accidente
encontré a mi papá con una tipa, según él era una amiga, pero yo sabía que
había algo entre ellos y eso fue la gota que derramó el vaso porque ¡nadie iba
a ocupar el lugar de mi mamá!
-
¿No será que tu papá recurrió a otra persona
que lo escuche porque tú lo habías dejado de lado?
-
¿Ahora soy la culpable porque mi padre está
con otra mujer? ¡Por favor Gabriel! No intentes cambiar las cosas – hubo una
pausa – Si quiere estar con su amiga que siga con ella y yo haré mi vida
-
Date la oportunidad de mejorar la relación
que tienes con él. Sufrió tanto como tú por la pérdida de tu mamá, el dolor lo
consumía día tras día pero tiene una hija que cuidar quien estaba dejando su
vida pasar sin importarle nada, por lo tanto no podía dejarse arrastrar por el
dolor. ¿Te das cuenta que tuvo que soportar la muerte de Mariela y tu actitud?
-
Gabriel dejemos el tema aquí… dijiste que me
traerías a un lugar agradable y es cierto pero no lo eches a perder con esta
conversación.
-
Como quieras Paola… pero recuerda lo que
hemos hablado hoy – miró el cielo – la luna está preciosa –
-
Es un cuadro increíble, si fuera pintora
retrataría lo que veo – sonrió –
Ambos se mantuvieron
en silencio el resto del tiempo que estuvieron en el mirador, la belleza de la
naturaleza ofrecía una atmósfera de tranquilidad, paz y armonía. Gabriel miró
el reloj y le dijo a Paola que era momento de irse. Al llegar a su casa Paola
se recostó sobre su cama y recordó la conversación con Gabriel, siempre la
dejaba pensando, en ese momento fue interrumpida por un mensaje de texto,
revisó su celular: duerme tranquila que todo saldrá muy bien más tarde, confía
en que así será… Gabriel. En ese momento recordó a Katy.
Paola despertó tarde,
su tía le dejó una nota donde indicaba que iría a su control médico, ella no
pisaba un hospital desde la muerte de su mamá y por eso no le pidió que la
acompañara. En ese momento llamó a Carola pero su celular estaba apagado y
Alejandra no contestaba, esto la preocupó porque ellas tres estarían presentes
en el desfile y si esto no sucedía Katy tendría problemas.
Las horas
transcurrían y no se pudo comunicar con sus amigas, faltaban dos horas para la
presentación y pensaba en qué le diría a Katy. Llegó al local y no encontró a
su amiga, le dijeron que había ido a recoger el vestuario, esto alivió a Paola
porque tendría tiempo para pensar en algún pretexto, en ese momento recordó que
su mamá le había comentado que una amiga de ella tenía una hija que trabajaba
como modelo profesional, pero no sabía cómo comunicarse con la señora y tuvo
que llamar a su padre. Trató de ser breve porque estaba contra el tiempo, su
padre le proporcionó el número y la dirección. Encendió el auto y marcó el
número, contestó la señora Amelia, amiga de colegio de Mariela. Paola llegó y
conversó con la señora, era muy agradable y atenta y le dijo que su hija no
tardaba en llegar para comentarle sobre el evento.
A los pocos minutos
Antonella abrió la puerta y saludó a su mamá, fue presentada y Paola le contó
sobre el desfile y le pareció interesante, se alistó y ambas se fueron al
local. Todavía no llegaba Katy. Paola cogió el celular y marcó el número de
Carola y a los pocos segundos contestó, no se escuchaba muy bien la voz, había
interferencia, lo único que pudo decir fue: supongo que no le querrás dejar la
primera plana a tu “amiguita” Antonella, a lo lejos escuchó un grito y se cortó
la llamada, luego llamó a Alejandra pero seguía sin contestar el celular,
lastimosamente no tenía el número de su otro celular.Quince minutos antes de
comenzar Katy se acercó a saludarla y le agradeció por su participación.
-
No puedo creer que hasta ayer ningún medio
quería asistir al desfile, ahora todos están con cámaras esperando ansiosos,
pero no veo a Carola ni Alejandra.
-
Paola intervino – Lo que sucede es que…
Las modelos entraron
al camerino con una gran sonrisa en el rostro. Paola se quedó boquiabierta
porque no las esperaba. Unió cabos sueltos, Carola ama la popularidad y Alejandra
la sigue en todo.
El desfile fue un
éxito, luego que terminó el evento, Antonella, Carola y Alejandra se fueron,
Paola se quedó un rato más para conversar con Katy, era increíble que hace un
año no hubieran tenido comunicación y ahora conversaban como aquellas viejas
amigas. El tiempo pasó volando y era momento de irse, el enamorado de Katy le
dijo que la esperaba afuera, Paola sonrió, su amiga era muy afortunada de
continuar con él porque era un gran chico, Katy le preguntó por su enamorado,
Paola bajó la mirada.
-
¿Qué ha pasado?
-
Las cosas no han ido por un buen camino, todo
se terminó, no estoy enamorada de él.
-
¿Entonces de quién?... Estas enamorada, tu
cara lo dice todo, necesitas verte en un espejo
-
No… bueno… no lo sé, recuerdas que te comenté
de Gabriel
-
Sí, pero no es tu tipo
-
Suspiró – Con Gabriel todo es distinto,
aunque me haga ver la realidad de las cosas es un chico que jamás había
conocido. Cuando te caes y te haces una herida profunda, no la debes vendar
inmediatamente, sino lavarla y eso duele, arde porque la herida está fresca,
pero para que cicatrice tienes que hacerlo – hiso una pausa –mi herida no se
había curado estaba solo vendada y llena de tierra, él me ha quitado la venda y
ha limpiado esa herida, me ha dolido y no imaginas cuanto, pero siento que está
mejor.
-
Amas la medicina, la comparación calza a la
perfección – su enamorado la llamó – solo te digo una última cosa, Dios nos
pone ángeles para que nos ayuden a encontrarnos cuando estamos perdidos,
Gabriel es ese ángel y si te enamoras de él y te corresponde… grandioso porque
por tus comentarios es un gran chico, te ha ayudado mucho.
-
Olvidé decirte que aquella noche me dijo que
no me enamore de él porque no está disponible, eso significa que debe tener enamorada.
-
Pregúntaselo tú misma para que salgas de
dudas – se levantó de la silla – me tengo que ir, gracias Paola, nuevamente
estás aquí y eso me alegra.
Ambas se despidieron.
Paola se preguntaba por qué Gabriel le había dicho que no estaba disponible, ¿se
estaba enamorando de él? Tomó un relajante bañopara no pensar en toda esa
situación. Necesitaba conciliar el sueño lo más rápido posible, y que mejor que
el agua tibia.
La camioneta del
elenco pasó por Paola, subió y preguntó a sus amigos sí sabían dónde irían pero
nadie tenía conocimiento. Luego de algunos minutos llegaron a un hospital,
Paola bajó del auto y buscó a Gabriel. Salió de otra camioneta con algunos
amigos voluntarios, ella lo llamó y habló con él.
-
¿Qué hacemos aquí? Nadie me dijo que vendríamos
a un hospital
-
Ayudamos a personas de bajos recursos y
enfermos, lo más lógico es que estemos en un hospital, las áreas de niños quemados
y geriatría están a nuestro cargo, así que dentro de nuestro cronograma de
actividades está el visitar a estas personas para conversar con ellas y
brindarles un poco de alegría porque muchos no tienen visitas de sus familiares
-
Todo me parece muy bonito, un gran labor pero
no pienso entrar
-
La miró asombrado - ¿Por qué?
-
Hace un año no entro a un hospital, no puedo es
algo que he intentado pero el olor, las enfermeras, los médicos, el sonido del
radio llamando al doctor a cierta área, recrean ese momento y no puedo
soportarlo.
-
Sonrió - una futura doctora tiene que vencer
ese impedimento
-
¿Qué demonios dices Gabriel? No seré médico y
por lo tanto no pienso poner un pie en el hospital.
-
Sé que al final lo harás
Todos ingresaron por
la puerta principal, Paola se quedó a lado de la camioneta mirando a todo el
equipo de producción y el elenco. Cruzando la avenida había un restaurante. Mientras
esperaba su pedido, miraba por la ventana la infraestructura del hospital y
cuestionaba su actitud, ¿estaba haciendo mal?, de repente un bullicio llamó su
atención. Una señora no podía respirar, su hija gritaba desesperadamente ¡mamá!
y el padre pedía ayuda, Paola se quedó estática cuando la hija dijo: mamá sé
fuerte, estoy contigo, no te vayas por favor, te quiero. La mujer se encontraba
en el piso, si Paola no actuaba, moriría frente a ella, reaccionó,inmediatamente
le dio los primeros auxilios, logrando que la señora escupiera el trozo de
carne. Al finalizar su apresurada acción la mujer respiró, su hija se tendió en
el piso y lloró.
Paola se retiró de la
escena y unas enfermeras llegaron con una camilla dondecolocaron a la mujer, en
ese momento el esposo de la señora le agradeció por salvarle la vida, ella
simplemente sonrió y salió del local. Cruzó la pista y se dirigió al hospital
mientras una secuencia de imágenes de lo sucedido se proyectaba en su cerebro.
No sabía qué sentía en ese momento, estaba confundida por el suceso porque no
imaginó aplicar lo que había aprendido hace un año, todo era práctico, sin
embargo ese día había salvado una vida, una familia continuaría unida gracias a
su rápida acción.
Caminó hasta llegar a
Emergencias donde el padre y la hija de la mujer se encontraban sentados
abrazados uno con el otro, Paola se sentó a lado de ellos y les dijo que todo
estaría bien, lo peor había pasado y deberían estar tranquilos, de pronto la
hija estalló en llanto y abrazó a Paola y con palabras entre cortadas le dijo: “hubiera querido ser yo quien se asfixiaba,
en esos momentos darías lo que fuera por estar en el lugar de la persona que
más amas, sentirse impotente al ver como la muerte te arranca al ser más preciado
para ti, ella y mi papá lo son todo para mí, gracias, has sido un ángel”.
Paola se despidió y caminó por los pasillos del hospital, recordando las
palabras de la joven. Una voz interrumpió sus pensamientos.
-
Te animaste a entrar, todo es cuestión de
voluntad y tomar la decisión.
-
Tenías razón, amo la medicina, puedo salvar
vidas, acabo de hacerlo… una familia podrá dormir feliz hoy día. Estuve tan
lejos del lugar en el que debería estar. He vivido esta farsa, engañándome con
promesas efímeras cuando la realidad es una y he estado huyendo para intentar
sentirme mejor y es momento de afrontarla.
Gabriel escuchó
atento cada palabra de Paola porque indicaban un cambio, ya no era la misma
chica altanera e indiferente de la discoteca, ahora era más humana, madura,
centrada, la verdadera Paola y esto alegraba infinitamente a Gabriel porque el
hielo del corazón de Paola se había derretido, el muro que la separaba de las
personas que la querían se había derrumbado; sólo faltaba que ella decidiera
hablar con su padre.
Durante el resto del
día estuvieron en el hospital contando cuentos a los niños, conversando con los
ancianos, todos sentían un ambiente cálido, no sabían por qué pero estar con
esas personas era reconfortarte, llenaban sus corazones de alegría, eran
felices viendo reír a los niños, y aquellos ancianos llenos de arrugas no
indicaban una vida acabada sino toda una vida llena de experiencias, Carola y
Alejandra conversaron largo rato con un señor que les contó historias de su
juventud, la sonrisa ya no era fingida frente a las cámaras, sino que nacía de
sus corazones.
Al llegar la noche,
todos se dirigieron a sus casas, Gabriel y Paola se fueron juntos al centro a
comprar algunas cosas que ella necesitaba. Al llegar a casa de su tía, no la
encontraron, probablemente había salido a tomar el té con sus amigas. Paola
aprovechó y lo invitó a cenar.
-
¿Cocinas? No te creo, eres puro floro Paola
-
Sonrió – De verdad, mi papá me enseñó, él
cocinaba mejor que mi mamá – miró el reloj – Lo llamaré – hizo una mueca – está
apagado, insistiré más tarde.
-
Miró la ventana – está lloviendo más de lo
común – prendió el televisor
Las noticias
indicaban que algunos vuelos se habían cancelado por el clima, sin embargo esto
no afectaba en nada a la cena que ambos tendrían.
-
Felizmente viajamos antes porque de lo
contrario hubiera sido imposible venir por la lluvia – abrió la refrigeradora –
hay huevos, tocino, lechuga, tomate, pollo, muchas cosas – sonrió –
-
¿Qué experimento harás?
-
Como aperitivo un pollo a la parrilla con queso
mozzarella, pimiento rojo, albahaca, todo esto encima de un pan sin levadura.
-
Exclamó - ilcivo italiano, una delicia!
-
No sabía que sabías italiano, me sorprendes –
sacó los ingredientes –
-
Sonrió – hay muchas cosas que no sabes de mí
-
Comienza con el listado mientras preparo la
comida.
-
Soy un buen bailarín – prendió la radio, tomó
por la cintura a Paola y la dio algunos giros – también sé cantar – ¡Y nadie lo
buscaba, y nadie lo planeó así, en el destino estaba que fueras para mí! –
movió los ojos de izquierda a derecha – puedo recitarte unos versos: “Habla mi
corazón, callan mis labios, mis ojos te buscan pero eres efímera como un
suspiro y lejana como un sueño, especial
como lo que siento cada segundo del día, e irrepetible como cada atardecer en
la playa” – sonrió – sé dibujar también.
-
¡Eres increíble!, te conozco tan poco pero mi
corazón siente que te conoce hace mucho y no sé por qué.
-
¿Tienes una hoja de papel y lápiz? – preguntó
Gabriel –
Paola le alcanzó un
pedazo de papel y un lápiz, mientras ella cocinaba Gabriel en silencio hacía
trazos en aquella hoja, ambos conversaban y reían como dos viejos amigos que se
reencontraban después de mucho tiempo. La cena estaba lista y Gabriel ayudó a
poner la mesa, mientras Paola buscaba las velas que su tía guardaba para
ocasiones especiales. Gabriel descorchó el vino yle alcanzó una copa, las
miradas y sonrisas de ambos indicaban algo más pero que no se podría concretar.
Luego de la cena, la ayudó a levantar los platos de la mesa para llevarlos al
lavadero, en ese momento se cayó un tenedor al piso, ambos se inclinaron para
recogerlo, sus miradas se quedaron fijas por unos segundos y sus corazones se
aceleraron, Gabriel recorrió con los ojos cada parte del rostro de Paola, podía
sentir su piel sin tocarla, esa mirada que proyectaban sus ojos esmeralda era
distinta, cálida, tierna, dulce… Gabriel se puso de pie al recordar que no
debía pasar la línea.
-
Debo irme, es tarde – pasó saliva – gracias por
la cena, estuvo exquisita. Eres una chica especial, talentosa, sé que tienes un
gran potencial y serás una doctora increíble y tus padres y amigos estarán
orgullosos de ti.
-
Lo tomó de la mano – No te vayas… por favor…
¿por qué las personas que quiero se tienen que ir? – lo miró fijamente –
-
Bajó la mirada por unos segundos y luego la
miró fijamente–Eres tú misma, ya no tienes esa careta que te impedía mostrar la
belleza de tu alma, no solo eres hermosa por fuera sino que tu alma es un
jardín de rosas en primavera iluminadas por los rayos del sol – sonrió –
siempre estaré contigo cuando me necesites, no dudes nunca de eso, seré tu
ángel guardián. Siempre me encontrarás en cada atardecer. No olvides hablar con
tu papá, sé que de ahora en adelante todo será distinto y mejor – Le dio un
beso en la mejilla, abrió la puerta y se fue –.
Paola se quedó
inmóvil por algunos segundos y salió corriendo pero Gabriel ya no estaba, solo
la lluvia era su acompañante aquella noche que parecía no terminar, alzó la
vista al cielo y dejó que el agua mojara su rostro, luego agachó la cabeza y se
preguntó por qué Gabriel se había ido cuando sentía su corazón más cerca. Su
tía llegó y se asombró al ver a su sobrina empapada bajo la lluvia. Ambas
entraron a la casa y cuando Paola se disponía irse a su cuarto, su tía le
preguntó si se había comunicado con su padre, pero Paola le dijo que lo había
llamado sin embargo el celular estaba apagado, de pronto el rostro de su tía
cambió y Paola se asustó y preguntó el porqué de su angustia, a lo que la
señora respondió que él había llamado en la mañana diciendo que viajaría pero
al cambiar el clima, los vuelos se cancelaron y la llamó en la noche cuando
estaba con sus amigas diciéndole que estaba manejando en auto y en la mañana
del sábado estaría en su casa; al escuchar esto, Paola se quedó sin habla,
recordó el accidente de su madre y corrió a buscar su celular, pero se había
quedado sin batería, lo conectó al toma corriente y verificó que tenía llamadas
perdidas de su papá y un mensaje de voz que decía lo siguiente: “Mi amor, sé
que las cosas no son como antes y que me he equivocado al no hacer algo para
que volvamos a ser más unidos, no puedo continuar apartado de ti, hijita, así
que decidí buscarte para que estemos juntos, además el domingo es un día muy
importante para ti porque participarás de un evento que has estado esperando y
quiero estar contigo ese día, supuse que no tendrías tiempo el domingo y por
eso decidí llegar el sábado, te amo princesa”.
Paola dejó caer el celular y cerró los ojos pensando lo peor, la misma
historia no podía repetirse dos veces. Recogió el celular e intentó llamar a su
papá pero el celular estaba apagado. Se fue a la sala y se sentó en el mueble,
su tía le dijo que esté tranquila ya que su papá llegaría bien del viaje, sin
embargo Paola decidió quedarse a esperar en la sala mientras su tía se fue a su
cuarto. Las horas pasaban y el celular continuaba apagado, el sueño poco a poco
la comenzó a vencer pero para evitarlo ella tenía una taza de café cerca, vio
el reloj y eran las cuatro de la mañana, de pronto escuchó una voz: “Mi amor”…
miró a todos lados pero no había nadie, nuevamente escuchó la voz y está vez la
reconoció, era de su padre, “princesa”. Abrió los ojos y vio a su papá a lado,
Paola lo abrazó con todas sus fuerzas y lágrimas cayeron por su rostro.
-
Dijo con voz entrecortada - te extrañé papá,
no me dejes por favor, quédate conmigo… he sido una egoísta, perdóname… jamás
debí alejarme cuando más nos necesitábamos, luego del accidente me sentí
perdida, quería huir de todo lo que recordaba a mamá, me aislé sin darme cuenta
que no solo me hacía daño a mi sino a ti y a todos los querían ayudarme a
superar esa terrible pérdida – abrazó con más fuerza a su padre – te amo papá y
no quiero volver a separarme de ti
Ambos lloraron y
tuvieron una larga conversación hasta que finalmente quedaron dormidos en el
sofá, al levantarse la hermana del padre de Paola, vio a su hermano junto a su hija y sonrió, por fin ambos unieron sus corazones,
el amor por Mariela los había reunido y esta vez nada los separaría.
Se cambiaron y
salieron a almorzar, el señor Rivasplata, su hija y su hermana. La felicidad
reinaba en su hogar pero un incidente cambió el soleado sábado. Los tres
cruzaban la pista y de pronto el gorro de Paola cayó en la pista, se agachó
para recogerlo, en esos segundos escuchó el claxon de un auto y todo se
oscureció.
Abrió los ojos y vio
a su madre sentada a su lado, le sonrió tiernamente y acarició su rostro, Paola
no podía creer que por fin estaba junto a ella, sus ojos se llenaron de
lágrimas, madre e hija se habían reencontrado.
-
Te extrañé mamá – suspiró – me has hecho
mucha falta desde tu partida – la abrazó – he cometido muchos errores – fue
interrumpida –
-
Lo sé princesa, pero sé que has aprendido
mucho estos días y es momento de regresar – sonrió – tu papá te necesita y
tienes una tarea por cumplir, muchas personas te lo agradecerán.
-
No me quiero ir – lloró – quiero quedarme
contigo – se aferró a su madre –
-
Pequeña… es momento de regresar, eres muy
joven para quedarte aquí, tienes un futuro brillante. Prométeme que cuidarás a
tu papá y siempre seguirás siendo auténtica, no dejes que nada ni nadie te
cambie.
Bruscamente Paola
abrió los ojos y vio alrededor suyo enfermeras y doctores que intercambiaban
palabras que no entendía, se sentía cansada y le dolía el cuerpo. Los médicos
la revisaron y permitieron el ingreso de su padre con quien mantuvo una conversación.
Se enteró de algo que la dejó sin palabras. Estuvo aproximadamente una semana
en comaporal accidente que tuvo la madrugada del domingoporque fue atropellada
cuando salía de una discoteca en la madrugada, esto confundió a Paola porque se
preguntó qué fue lo que vivió durante toda la semana ¿un sueño?. Luego de
permanecer algunos minutos con su padre, Carola la visitó y le preguntó cómo se
sentía, pero ella la interrumpió preguntándole por Gabriel, a lo que su amiga
respondió que no lo conocía, Paola le pidió que le dijera que había hecho
durante toda la semana con el elenco y Carola le comentó sobre la visita a los niños,
el albergue y el hospital, esto le desencadenó una crisis nerviosa porque no
entendía el por qué ella había ido a aquellos lugares cuando estuvo en coma.
Media hora más tarde
Katy ingresó a la habitación, quedó sorprendida porque desde hace un año no
tuvo noticias de ella, pero gracias al noticierose enteró del accidente y
estuvo pendiente esos días en la clínica, excepto el jueves porque tenía un
desfile.
Al finalizar las
visitas, Paola llamó al hospital donde la señora del restaurante fue
hospitalizada, y el resultado fue positivo, el viernes una mujer ingresó por
asfixia, el hecho ocurrió en un restaurante y una estudiante de medicina le dio
los primeros auxilios, fue increíble porque la muchacha no se explicaba cómo lo
hizo, solo sintió que debía hacer algo y siguió lo que decía su corazón.
La tarde murió y
Paola necesitaba encontrar a Gabriel porque era la única persona que podía
explicarle lo que había sucedido pero nadie lo conocía. Fue interrumpida por la
enfermera de turno quien le midió la presión y le preguntó si necesitaba algo a
lo que Paola respondió un lápiz y papel, minutos más tarde en la soledad de su
cuarto y mirando el manto negro vestido de estrellas a través de la ventana
escribió una carta: ¿Será una eternidad suficiente para olvidar que algún día
fuiste luz en mi constante oscuridad, arcoíris después de una tormentosa
lluvia? Increíble resulta que lo imposible se convirtiera en realidad, perfecto
extraño que interpretó mis pensamientos y descifró mis sentimientos de manera
exacta. ¿Cuál fue tu verdadera intención al interrumpir en mis sueños?
Cierro los ojos y
visualizo cada momento, escucho cada palabra en tiempo presente, no es un eco
estridente ni melodías al tocar el piano, son solo palabras que deleitaban al
unirse en frases imborrables que escondían un mensaje muchas veces confuso y
distante. Aún me pregunto ¿quién eres?, un recuerdo tal vez, un sueño… ¿Por qué
llegaste a mi vida como el mejor amigo y te marchaste como un intruso? Entraste
por la puerta y te fuiste por la ventana, por la cual, ahora el brillo del sol
me despierta cada mañana y por donde veo el arcoíris que viste de color en un
cielo azul despejado. Mi vida es ahora distinta, el cielo gris desapareció. Me
pregunto ¿dónde estás Gabriel? Colocó el papel en la mesa de noche y cerró los
ojos, esperando un milagro el día siguiente.
El trinar de un
pajarito en la ventana la despertó y Paola miró el reloj, ocho de la mañana,
probablemente la enfermera no tardaba en llegar, en ese momento algo llamó su
atención, era su retrato en una hoja de papel, lo miró asombrada y se dijo a sí
misma que tenía que hacer algo, así que se cambió apresuradamente, cogió su
bolso y salió del hospital sin ser vista, tomó un taxi rumbo a la playa donde
sabía que lo vería. Se bajó del auto y se dirigió a la orilla de playa y dijo:
Sé que fuiste real, nada de esto fue un sueño y prometiste estar conmigo cuando
te necesite – miró el horizonte y continuó – este dibujo no apareció por arte
de magia –caminó con dirección al mar – sé que estas cerca, puedo sentirte y sé
que mientras más me aleje de la orilla te tendré más cerca – el agua se
encontraba más arriba de su pecho, de pronto sintió que alguien tomó su mano -.
Gabriel estaba a su lado, era real, no deliraba, ambos se miraron y él la
condujo fuera del agua, se sentaron y conversaron. El sol resaltaba los ojos
dorados de Gabriel, increíblemente bellos, sus mejillas rosadas por el calor
del sol, ambos se miraron por tiempo indefinido hasta que Gabriel rompió el
silencio.
-
Sé que quieres respuestas Paola y te las daré
– la tomó de la mano –estuviste en coma y durante ese periodo fui tu guía
espiritual, mi misión era ayudarte a superar la pérdida de tu mamá, recuperar
la confianza y seguridad en ti misma, así como también mejorar la relación con
tu papá – hizo una pausa – y cumplí mi misión en la tierra como tu ángel
guardián, era momento de irme y dejarte continuar con tu vida – paso saliva –
no podía quedarme, no me era permitido.
-
Aquella noche en mi casa tus ojos me decían
que no querías irte, sentí en ese momento una energía rodeando nuestro espacio,
una luz que iluminaba cada rincón de mi corazón y sé que tú sentiste lo mismo –
hizo una pausa – ahora entiendo porque me dijiste que no me enamorara de ti y
que no estabas disponible, ese era el motivo.
-
Tu espíritu estuvo presente en todos los
acontecimientos, aquel día viste a la señora asfixiarse y tu espíritu ingresó
al cuerpo de aquella estudiante de medicina para darle los primeros auxilios a
la mujer, y lo del evento del desfile de modas tu amiga te lo explicó – hizo
una pausa – y todo lo que le dijiste a tu padre, él lo escuchó en un sueño –
fue interrumpido -.
-
El rompecabezas se unió, ahora entiendo todo,
pero algo salió mal y tú lo sabes, no tengo porque decirlo, solo me queda darte
las gracias porque contigo aprendí mucho – puso su mano en el pecho – lo siento
en el corazón – le dio un beso en la mejilla a Gabriel, cerró los ojos y se fue
-.
-
¡Espera Paola! – la agarró del brazo – tienes
razón algo no estaba previsto, me enamoré de ti – la miró fijamente – un fuego intenso
meconsumía cuando tuve que despedirme aquella noche, me sentí impotente al
verte salir de tu casa esperando encontrarme pero lo mejor era que no me vieras
– sonrió – me dijiste que no era tu tipo pero todo escapó de nuestras manos
-
Tú cambias vidas y yo salvo vidas – se acercó
más a Gabriel – mientras curas el alma yo curo el cuerpo – lo miró fijamente –
hay personas que nos necesitan y tenemos una responsabilidad que cumplir – pasó
saliva – son misiones aparentemente distintas pero tienen mucho en común.
-
Gabriel señaló el cielo – él sabe qué es lo
mejor, nunca se equivocaría
El sol estaba por
caer, Paola y Gabriel se fundieron en un beso,miraron el atardecer tomados de
la mano, el tiempo se detuvo para ellos y en su interior sabían que el destino
era incierto, solo Dios sabía qué sucedería después. Paola cerró los ojos
cuando el sol desapareció entre las aguas y sintió la brisa acariciar sus
mejillas, volteó, pero Gabriel ya no estaba - solo dijo - mis ojos no te ven
pero mi corazón te siente – sonrió.
FIN
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