BAJO LA LLAVE DEL SILENCIO

Nuestra boca es un cementerio de palabras para un secreto que mantiene vivo su espíritu y deambula como un fantasma en las noches de remordimiento. Pesadillas que nos despiertan cada noche, recordándonos que la verdad quiere salir a la superficie de una piscina que rebalsa.
Observamos la luna que brilla con tal intensidad que consigue iluminar cada rincón de nuestros recuerdos donde se encuentra algún secreto cautivo en la cárcel de las mentiras. Despiertan sentimientos y emociones que tratamos de opacar con quimeras disfrazadas de verdad. Un suspiro es el analgésico para un secreto que debe dormir, pero sigue ahí y hasta que no vea la luz del sol, será el metal que nos acompañará en nuestro camino.
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