LAS COMPARACIONES

Luego de algunos meses, Gina se dio la oportunidad de comenzar una nueva relación con un chico que la deslumbró, era distinto a su ex… con él sentía que no caía en la rutina ni en la monotonía; su cuadriculada vida comenzó a cambiar. Sin embargo con el paso de las semanas notó actitudes que no toleraba; como por ejemplo que prometa llamar a una hora determinada y no lo hacía; ella esperaba una explicación, pero él sólo se disculpaba y ponía de pretexto el excesivo trabajo. Decía para ella misma: “Adrián nunca me dejaba esperando como idiota en el teléfono, siempre me avisaba si vendría a mi casa o no”. Otra de las cosas que la puso en alerta roja fue su gusto por el alcohol; no era quien se quedaba roncando en la mesa del bar, pero si se trataba de las fiestas era el del lema: “Chelas y fiesta son como pan y vino en la última cena, siempre juntas”. ¡Less points!. Gina continuaba haciendo las comparaciones: “Él nunca salía solo, y mucho menos tomaba como un descocido”.
Sigamos con la lista… Adrián era detallista, no esperaba que fuera el aniversario o cumpleaños de Gina para darle una carta o invitarla a una cena a la luz de las velas… ¡Qué romántico!... Con el nuevo enamorado no sucedía esto, salían de vez en cuando pero no era lo mismo… Habían días, en los que Gina quería tomar el celular y marcar el número de Adrián, no para ponerle los cuernos a su “galancito”… sólo quería conversar con la persona que significó mucho en su vida… no terminaron mal… quedaron como “amigos”… no los mejores amigos pero podían mantener una conversación civilizada, a comparación de amigas de Gina que no podían ni ver en pintura a sus ex.
Mientras Gina caminaba por el supermercado buscando algo para la cena, en la sección de postres encontró a Adrián, quien lucía como siempre; ambos se saludaron asombrados porque no esperaron encontrarse en el super. Adrián invitó un café a Gina y ambos conversaron. Ella le comentó sobre la situación en la que estaba y él le aconsejó que lo mejor era conversar con el chico, no debía guardarse todo porque en algún momento la bomba podía estallar.
Le agradó mucho conversar con Adrián, por un momento en la crisis de cólera quiso regresar con él, pero se dio cuenta que sólo lo veía como amigo y que lo mejor era que la relación amical continuara así. Ella hizo caso a los consejos de Adrián y habló con su enamorado y le dio un ultimátum porque no iba a tolerar ese comportamiento.
Creo que esas comparaciones surgen a raíz de un esquema sentimental en nuestra cabeza, esperamos que la persona con la que iniciamos una nueva relación tenga las mismas atenciones que el ex, pero no va a ser así; si la relación ha durado mucho tiempo, es más difícil desligarse de las viejas costumbres que teníamos con aquella persona. A mi parecer si hay cosas que no nos agradan de nuestra pareja debemos ser sinceras y decirles, se supone que existe confianza entre ambos y si el sentimiento que nos une es fuerte y verdadero entonces se superarán los obstáculos que se presenten en nuestro camino.
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