PAGINAS DE UN DIARIO

Después de siete meses, al principio eran ideas confusas divagando en mi cabeza, no sabía por donde comenzar, a veces quería darle un matiz de misterio al inicio, pero luego preferí mostrar la rutina común de la protagonista y que poco a poco el lector descubrá cual era la temática, donde se llevaría más de una sorpresa. Con el paso de las semanas, fui tejiendo las ideas, las cuales fluían con rapidez en mi mente y yo sólo las plasmaba en una computadora, cuando me daba cuenta habían muchas hojas escritas y el reloj marcaba las 4 de la madrugada; era momento de descansar. Reposaba mi cabeza sobre la almohada, pero aún mi cerebro continuaba activo, pensando en lo que escribiría más tarde, sabía perfectamente cuales serían los diálogos, escuchaba nitidamente las voces de cada uno de los personajes. Finalmente el sueño me venció. Después de un día atareado, nuevamente este se escureció y sólo escuchaba el sonido de algún búho o perro ladrando a larga distancia y uno que otro motor de algú...