PACO

Es de tarde, camino por aquel viejo parque… ¡ese parque!... ¿cómo olvidarlo?... el aroma de las flores, aquella banca semipintada donde tantas veces me senté… o nos sentamos… bueno… igual es… la señora de la esquina, cada tarde salía a regar sus girasoles y geranios con unos ruleros muy graciosos en la cabeza, de esos que usaba la abuela para arreglarse el pelo antes de ir a misa. El sol está muy intenso, deben ser las 3 de la tarde, aún no almuerzo, no tengo hambre… creo que he retrocedido algunos años… quizás tenga 17… Sí, ahí estoy yo… poniendo esas muecas que daban risa, agarrando la manguera y salpicando el agua sólo para hacerte enojar; aunque tú nunca te enojabas… nunca encontré la manera de sacarte de tus casillas; sí que eras muy complejo, eras como las ecuaciones diferenciales, donde me rompía la cabeza intentando hallar la respuesta a algún problema; creo que mi problema eras tú… Tus ojos eran dos llamas de fuego cuando el sol se reflejaba en ellos… Luz incandescente que era...