EL AYER Y EL HOY

Todos recordamos al primer amor, el tiempo en el que sentíamos las maripositas cuando lo (a) veíamos pasar por nuestro delante, la sonrisa que nos derretía, todo a nuestro alrededor era perfecto cuando esa persona estaba junto a nosotros; aquel momento indescriptible donde las palabras van y vienen… se viven momentos mágicos los cuales a pesar de los años son imborrables. La sonrisa tímida y nerviosa en muchos casos delatadora, de los chiquillos que comienzan a sentir ese “algo” que no pueden explicarlo con palabras. A mis 16 me miraba al espejo y decía: “hablamos de todo, nos reímos de cada sonsera, y el tiempo no se siente pasar cuando estamos juntos… ¿por qué me pregunto que estará haciendo?... ¿por qué no está en el msn?... ¿por qué pongo la cara de tarada cuando me acuerdo de su sonrisa?... ¿por qué quisiera estar siempre entre sus brazos al finalizar un abrazo?... ¿por qué cada beso de despedida es tan corto?. Desempolvando mi bandeja de entrada encontré algunos mensajes y fotos ...